Reconocimiento como motor del cambio

El reconocimiento es un arma poderosa en la organización y es una necesidad básica del ser humano, todos necesitamos sentirnos reconocidos por nuestro trabajo. En el proceso de cambio en la organización el reconocimiento es un motivador y acelerador para lograr los resultados que esperamos. En el modelo CMMI, en las prácticas de OPF para establecer la estrategia de adopción de los procesos, se deben tomar en cuenta estos principios. Utilizado adecuadamente puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso del proyecto de mejora. 


El reconocimiento eficaz permite reforzar las acciones y comportamientos que la organización desea ver reflejado en sus empleados. Cuando este reconocimiento va ligado con las nuevas prácticas que se desean implantar logramos fomentar el cambio de cultura dentro de los objetivos de la organización de manera positiva. 
Reconocemos el comportamiento individual, de equipo o de la organización pero para que sea efectivo requiere ser: Eficaz, Sincero, Público y Frecuente, sin faltar ninguno de los elementos. La estrategia de reconocimiento debe estar bien estudiada y orientada a fortalecer la marca, visión, valores y estrategia de la organización. El personal motivado será un motor promocional de la empresa y se sentirá comprometido. 
Los mecanismos de reconocimiento no tienen que ser costosos pero deben ser adecuadamente estudiados y adecuados a la cultura de los individuos. De manera informal una tarjeta de agradecimiento, un correo electrónico, una palmadita en la espalda o un agradecimiento público inesperado pero sincero puede ser altamente efectivo. El valor emocional del “evento” inesperado queda en la memoria y demuestra que los directivos tienen el tiempo para pensar y preocuparse por sus empleados y colaboradores. 
El reconocimiento formal se destina a celebrar el cumplimiento de objetivos, antigüedad en la organización, reconocer a gente valiosa y extraordinaria, reforzar actividades, conductas y aportaciones o premiar resultados en el trabajo o en los servicios. Existe un valor intangible altamente emocional que debe ser memorable y un valor menor, pero igualmente importante, que es la parte tangible y que debe lograr un reconocimiento eficaz y establecer un vínculo físico con la persona reconocida. 
El establecimiento de la cultura de reconocimiento debe ser visible en cuanto a resultados y rentabilidad. Logra que las personas se sientan motivadas y apoyadas por su organización, lo que se traduce en una fuerza laboral motivada, productiva y que demuestra fidelidad a la organización. Una actitud positiva ante el trabajo es resultado de una cultura de reconocimiento clara y consistente. Cada persona es reconocida por la misma contribución y es la misma para todos los que contribuyeron con el éxito. Con su comportamiento demostrarán que están satisfechos.

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