Principios para gestión de la calidad

Los principios de gestión de calidad se definen como parte del estándar para el establecimiento del sistema de gestión de la calidad con base en la norma ISO 9001:2000 y revisados en la  ISO 9001:2008. Estos principios permiten a la organización mejorar su rendimiento y se obtuvieron a partir del conocimiento y experiencia de expertos en la industria que forman parte del Comité Técnico 176, responsable de las normas ISO 9000. 

Principios de calidad
Los ocho principios que se establecen en la ISO 9000:2005 Fundamentos y vocabulario de los sistemas de gestión de calidad son: 

1. Enfoque en el cliente: La organización depende de sus clientes y adicionalmente debe entender sus necesidades actuales y futuras, debe conocer sus requerimientos y trabajar para superar sus expectativas. 
2. Liderazgo: Los líderes deben establecer unidad en el propósito y dirección de la organización. Deben crear y mantener el ambiente interno para que el personal pueda desempeñarse en el logro de los objetivos de la organización. 
3. Involucramiento: El personal, a todos los niveles, constituye la esencia de la organización y el involucramiento y participación de todos permite que sus habilidades sean utilizadas en beneficio de la organización. 
4. Enfoque en el proceso: El resultado deseado se alcanza de forma más eficiente cuando las actividades y recursos asociados son gestionados como un proceso. 
5. Enfoque de sistema para la dirección: Identificar, entender y gestionar los procesos interrelacionados como un sistema contribuye a la eficiencia y efectividad en el logro de los objetivos de la organización. 
6. Mejora continua: La mejora continua del rendimiento general de la organización debe ser un objetivo permanente. 
7. Enfoque basado en hechos para la toma de decisiones: Las decisiones efectivas están basadas en el análisis de los datos e información. 
8. Relaciones mutuamente beneficiosas con los proveedores: La organización y sus proveedores son interdependientes y una relación mutuamente beneficiosa mejora la habilidad de ambos para crear valor. 

Aunque estos principios están considerados en las prácticas del modelo CMMI, su correcta aplicación depende de la forma y uso que cada organización le de a las prácticas en sus procesos.